lunes, 13 de abril de 2015

Hasta Siempre compañero

Temprano, muy temprano, conocimos a Eduardo timoneando algunos rumbos de la revista Crisis

Después y siempre con el ademán clandestino de nuestros tiempos leímos Las Venas abiertas de América Latina.  

Aprendimos a amar su independencia de las capillas que nos eran cercanas, su sencilla inteligencia, su cercanía de hermano mayor.



Temprano, muy temprano, se nos fue. Para quedarse.


No hay comentarios:

Publicar un comentario