lunes, 15 de junio de 2015

Lejos de los hombres 2014

Inspirada en uno de los cuentos de la última obra publicada por Albert Camus  



El Exilio y el Reino, 1957, Gallimard, "El Huésped", la película Loin des hommes (Lejos de los hombres) (2014) está dirigida por  David Oelhoffen



El film está protagonizado por Viggo Mortensen y Reda Kateb actor inmigrante argelino radicado en Francia y conocido por su actuación en Un_prophète del año 2009.




Algunas críticas que leí por ahí hacen hincapié en la morosidad del detenimiento en el paisaje argelino o una cierta lentitud del film. 

A mi entender pecan de una supina ignorancia del pequeño universo que la película pretende retratar. Un desconocimiento brutal de la vida y obra de Camus. Un desprecio total por el momento histórico de las batallas por la independencia de Argelia. Una corta visión centrada en un universo fílmico del establishment que no tiene ni idea del drama pasado y cada vez más presente del exilio (brillantemente retratado en la trama de un exiliado español que para los franceses es un árabe (arab despectivamente) y para los árabes un francés)

Esta caliente reflexión que me merece la crítica que se muerde la cola me llevó a mi pesar a plantear las cosas por la negativa.

Cambiemos el rollo.

Loin des hommes es una gran pequeña película. Como una especie de Aleph nos revela en simultáneo el pasado de las luchas antiimperialistas desde una visión descentrada, nos pinta el presente de las grandes migraciones y exilios forzados entre el humo de la mucha pólvora  y la poca comida y de algún modo nos augura el incierto camino de sendas que se bifurcan (una hermosa escena que merecía ser el final del film).

A propósito de Camus cito un fragmento de un excelente trabajo de Marie-Thérese Blondeau :

" El contexto histórico-político es problemático. Camus sale decepcionado de la post-guerra: nada queda de los ideales de la Resistencia. Sigue la guerra fría y el enfrentamiento de los bloques, mortífero. Comprueba impotente la escalada de violencia en Argelia y asiste al desencadenamiento de la guerra, el sangriento día de Todos los Santos de 1954. Sigue de cerca los acontecimientos en África del Norte, firma petitorios, escribe cartas, pero se encuentra en una posición ideológica incómoda. Siempre se negó a tomar partido por uno de los bloques: para él no hay dictador privilegiado, pone juntos a los dictadores, de derecha o de izquierda.
En Argelia, busca una tercera vía. Está conmocionado por los eventos y por una guerra sin nombre. Sabe, desde su infancia en el barrio pobre de Belcourt, que todos los franceses de Argelia no son grandes colonos ni grandes industriales. Al lado de ellos (sólo algunos miles), ¿cuántos obreros y pequeños empleados? Él mismo viene del pueblo, pero por haber tomado partido sobre los grandes temas de su tiempo, como periodista o como escritor, se ve conminado a tomar posición sobre Argelia, a elegir un campo. En enero de 1956, lanza desde Argel un “Llamado a la tregua civil”. Es abucheado por los europeos. Su desconcierto a propósito de los eventos de Argelia es el de “El Anfitrión”, considerado traidor tanto por los gendarmes franceses como por los árabes del pueblo. Daru descubre finalmente, como Camus, que el hombre está siempre atrapado en el engranaje de la Historia."

Para quienes solo conocen a Viggo Mortensen por su participación en El Señor de los Anillos les recomiendo ver Todos tenemos un plan en conjunción con la película reseñada, verán que no hay casualidades.

Espero que como yo descubran a un gran actor que también elige temas aparentemente simples, trabajos sencillos por los margenes de “la industria” cinematográfica y transpira la camiseta con una dignidad admirable.
De frutilla del postre Nick Cave y Warren Ellis le ponen sonido a la historia.
Warren Ellis Viggo Oelhoffen y Reda Kateb
Como nota curiosa el nombre del protagonista “Daru”, en Pinyin dà rú hace referencia a un maestro, erudito y virtuoso.
Por lo que pueda valer, a mí me resultó una película conmovedora, con la sencilla profundidad de un estanque en la montaña. Un espejo que nos abisma e interroga.


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