El siguiente breve relato, me ocurre meses antes de la culminación del
calendario Maya (21-12-12), lo cual fué detonante y reafirmó mis inclinaciones
a una nueva mirada metafísica del día a día, del segundo a segundo, del tic-tac
insoportable reloj a péndulo en el living de casa.
por la tarde, en esta ciudad:
... eligió por unos mocasines marrones similares a los anteriores, pero más
oscuros; se dirigió a la salida, donde los iba a cambiar por su nombre en un
papel; no le iba a ser muy fácil; el número no era el mismo; se volvió a
solucionar el retraso; le llevó unos minutos relativamente desagradables. A la
vuelta fué incisivo, el valor coincidió más de lo lógico y su gancho a un costo
considerable.
El ético pensamiento dió reflejo en lo etéreo y se hizo verdad.
Ella lo acompañaba, (El) tercero aguardaba.
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